Como las rebajas del verano en los centros comerciales así anuncian también otras en materia de derechos humanos y libertades fundamentales. La verdad que uno lee a veces cosas en la prensa que le parecen más bien cuestiones de ciencia ficción. Algo incrédulo me he quedado cuando he leído estos días que los dos partidos que pretenden gobernar en Canarias los próximos cuatro años se han puesto de acuerdo para reducir el derecho a la educación, eliminar el derecho a la salud, constreñir algo más el derecho a la libertad, privarles de la intimidad en cuanto a sus datos personales se refiere y no sé cuántas cosas mas. También hablan de que los menores de edad, si no son de Canarias, dejarán de ser menores y se tratará como a los mayores, o sea que eso de los Derechos del Niño es algo que pasó a la historia.
Todas estas rebajas son referidas, no podía ser de otra manera, al colectivo de inmigrantes que no tengan regularizada su situación. Solo un papel es el que les podrá dar acceso a ser curados en un hospital, a recibir educación en un colegio público o a tener derecho a su intimidad personal. Lo he comentado alguna vez y lo repito nuevamente: Confunden luchar contra las causas de la inmigración con luchar contra los inmigrantes. Luchan contra éstos como si fueran nuestros enemigos. Es algo así como luchar contra los pobres, en lugar de combatir la pobreza.
Yo había pensado que en este país, todos estábamos orgullosos de aquella adquisición histórica que fue la Revolución Francesa, y de los principios que la hicieron posible y que se tradujeron en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Sí, me refiero a aquellos tres de libertad, igualdad y fraternidad que subyacen en dicha declaración y en aquellas hazañas. Pero parece que no. Que habrá que hacer otra. Que nos retrotraemos al pasado.
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros” dice el art 1 de dicha Declaración, ratificada por España y consiguientemente también por Canarias. ¿No conocen los grupos políticos en cuestión estos artículos?. Por si hay alguna duda a la hora de entender esta premisa, el artículo 2 dice:” Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.” Sin distinción alguna de cualquier otra condición, lo cual incluye tener o no papeles del país receptor.
Entiendo que el fenómeno migratorio hay que regularlo, pero me gustaría escuchar de los líderes que gobiernan mi país que cualquier medida a tomar siempre se hará en el contexto de los Derechos Humanos y de las Convenciones Internacionales que los aplican. Creo que no es mucho pedir. Lo contrario es seguirse mirando al ombligo, no poner los acentos donde se deben poner, y hacer rebajas en la dignidad de los seres humanos. Entiéndase como se entienda lo que han dicho, son rebajas en los derechos humanos. Y hemos avanzado mucho como para retroceder. Hay muchos que no podemos asistir indiferentes a este tipo de noticias que confunden y crean actitudes discriminatorias.
Menos mal que estas cosas hoy por hoy no dependen de una comunidad autónoma, sino de un parlamento estatal. Y espero que allí haya gente, de todas las comunidades, que siga pensando que otro mundo es posible. Hagan los pactos que crean convenientes, pero, por favor, no nos quiten las utopías. Y escuchen también a la sociedad civil organizada que piensa y actúa de forma diferente.
Todas estas rebajas son referidas, no podía ser de otra manera, al colectivo de inmigrantes que no tengan regularizada su situación. Solo un papel es el que les podrá dar acceso a ser curados en un hospital, a recibir educación en un colegio público o a tener derecho a su intimidad personal. Lo he comentado alguna vez y lo repito nuevamente: Confunden luchar contra las causas de la inmigración con luchar contra los inmigrantes. Luchan contra éstos como si fueran nuestros enemigos. Es algo así como luchar contra los pobres, en lugar de combatir la pobreza.
Yo había pensado que en este país, todos estábamos orgullosos de aquella adquisición histórica que fue la Revolución Francesa, y de los principios que la hicieron posible y que se tradujeron en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Sí, me refiero a aquellos tres de libertad, igualdad y fraternidad que subyacen en dicha declaración y en aquellas hazañas. Pero parece que no. Que habrá que hacer otra. Que nos retrotraemos al pasado.
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros” dice el art 1 de dicha Declaración, ratificada por España y consiguientemente también por Canarias. ¿No conocen los grupos políticos en cuestión estos artículos?. Por si hay alguna duda a la hora de entender esta premisa, el artículo 2 dice:” Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.” Sin distinción alguna de cualquier otra condición, lo cual incluye tener o no papeles del país receptor.
Entiendo que el fenómeno migratorio hay que regularlo, pero me gustaría escuchar de los líderes que gobiernan mi país que cualquier medida a tomar siempre se hará en el contexto de los Derechos Humanos y de las Convenciones Internacionales que los aplican. Creo que no es mucho pedir. Lo contrario es seguirse mirando al ombligo, no poner los acentos donde se deben poner, y hacer rebajas en la dignidad de los seres humanos. Entiéndase como se entienda lo que han dicho, son rebajas en los derechos humanos. Y hemos avanzado mucho como para retroceder. Hay muchos que no podemos asistir indiferentes a este tipo de noticias que confunden y crean actitudes discriminatorias.
Menos mal que estas cosas hoy por hoy no dependen de una comunidad autónoma, sino de un parlamento estatal. Y espero que allí haya gente, de todas las comunidades, que siga pensando que otro mundo es posible. Hagan los pactos que crean convenientes, pero, por favor, no nos quiten las utopías. Y escuchen también a la sociedad civil organizada que piensa y actúa de forma diferente.